Libertad, suena hermoso ¿no crees?, y es razonable después
de todo a lo largo de la historia de la humanidad (y me atrevo a decir que en
la de uno mismo como persona) se ha luchado por obtenerla. Pero pregunto ¿acaso
triunfamos en alcanzar este romántico concepto? ¿o simplemente quedamos mal
parados como un insistente amante
rechazado?
Podemos encontrarla en forma de palabra en todos los
diccionarios y en un sin fin de escritos, hasta nuestros amigos los políticos la
usan para diversos fines (ya sea para empezar una guerra o simplemente para
adornar su discurso para resultar electos). Con esto podríamos concluir de
forma superficial que la libertad forma parte de la naturaleza del ser humano,
pero como tengo sentimientos antagónicos con lo superficial tengo que decir que
es todo lo contrario. Me atrevo a decir que la libertad no está en nuestra
naturaleza, pero eso no quita el hecho que aun así la anhelamos.
¿Un poco ruda tal conclusión? Puede que lo sea pero eso no significa que
debamos caer a la esclavitud y opresión, pues aun cuando no este en nuestra
naturaleza si podemos ser amantes de ella, lo cual implica que estamos
ceñidos a cadenas de diversos tamaños y grosores.

Si uno deja de comer por alrededor de un mes lo mas posible
es que muera por inanición, si dejas de tomar agua solo durarías a lo mucho una
semana y si aguantas las ganas de orinar puedes terminar con una infección; ¿a
que voy con todo esto? Después de todo solo me faltó mencionar lo que pasa si
dejamos de respirar, mi punto es que estas necesidades fisiológicas que tenemos
como ser humano se pueden considerar parte de las cadenas que mencionaba
anteriormente (por muy extremista que suene), pero claro que a éstas podemos
considerarlas cadenas ligeras a las cuáles estamos acostumbrados y que aún nos permiten caminar con fluidez.
Pero ahora (tomando
en cuenta la realidad del mundo actual), si quieres alimento necesitas dinero,
el cuál obtienes trabajando, trabajo que obtendrás a base de tus estudios y
habilidades, los cuáles para obtenerlos ocupas dinero y tiempo. Ahora si al
pequeño “trabalenguas” anterior le agregamos cosas como estatus social,
apariencias, religión y un poco de ambición,
tal vez ya te encuentres tumbado en el suelo con un sinfín de cadenas
que ni respirar te dejen.
A este punto podríamos decir que la libertad solo es posible
ser alcanzada si destruimos toda cadena que nos rodea pero eso mismo nos
llevaría a una muerte segura, he ahí el por que se dice que solo somos libres hasta la muerte. Pero dejando
a un lado la lúgubre línea anterior, podríamos llegar a la solución de cortar
todas las cadenas menos las referentes a nuestras necesidades fisiológicas,
pero aun cuando suene hermoso debemos
ser sinceros y admitir que es solo una idea ilusoria después de todo la
ansiedad de tener poder si que es una naturaleza del ser humano, nos guste o
no.
¿Muy pesimista hasta
el momento? Puede que esto a lo que
llamo “cadenas” y menciono repetidamente suenen como algo negativo, pero yo
considero todo lo contrario. Si no fuera por ellas se podría decir que no
estaríamos atados a la tierra y no estuviéramos en el lugar dónde estamos, pues
aun cuando vemos la actualidad con pesimismo, hemos logrado que nuestro entorno
tenga miles de colores. ¡Así que animo!
que estas cadenas que portamos no son motivo de infamia, después de todo son
las que impiden que vivamos completamente en blanco, color gemelo de la
libertad pero no necesariamente portadora de nuestra felicidad.
Así que querido lector, ¿Qué tan pesadas y numerosas son tus
cadenas? ¿Están llenas de oxido e inmundicia o relucen con una variedad de
tonos?