miércoles, 12 de diciembre de 2018

Para ella

En tu piel cálida surge un nuevo idioma. Nace de tí, brota de mi boca. Fuente desconcertada, pues la zozobra solía ser su sombra, sin embargo, descifrar las palabras desconocidas, ahora su hábito predilecto.

No te robaré el corazón, pues no deseo que la cobardía y egoísmo sea la cara de mi obrar. En su lugar, lo abrigaré con una parte del mío, aquella parte destinada a tu existir.

Te veo a la distancia, con melancolía, pero con una ilusión, el privilegio de tomar tu mano nuevamente.

Latidos separados, no obstante, resonando al unísono. 



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