
Quería volver pero la ventura me lo impedía.
¿Acaso este es tu castigo Divina Providencia?― Pregunté a aquel cielo que ya no contenía ninguna respuesta para mi odisea.
Siempre quise tener unas grandes y hermosas alas para ir a toda clase de lugares, a los cuales, nadie mas pudiera haber ido. Soñaba con paisajes solo vistos en los cuentos de fantasía; soñaba con la brisa chocando contra mi rostro. Cuando despertaba de mi ensueño, observaba con desdeño a las aves y a las mariposas que tenían lo que anhelaba.
Ahora pienso que si tuviera alas lo primero que pasaría sería que estás se calcinarían con el poder del sol, terminaría sofocada por la contaminación y mis ojos serían viciados por los edificios y el tráfico.