Un sentimiento fugaz suele confundirse con mentira. Lo
trágico reside en que aunque te enteres que era sincero, igual se olvida pronto ya que
no alcanzó a impregnarse por su tan corta estancia e inclusive termina dejando en ocasiones un sabor amargo de incertidumbre.
Que desdicha para el “amor” que suele tener esta naturaleza
y que muchos suelen pregonar con orgullo.